viernes, 25 de abril de 2014

DE JAPÓN A TAILANDIA

Trás volar de Osaka a Bangkok (haciendo escala en Kuala-Lumpur, Malasia), nos enfrentamos a un, esperado, cambio brutal de cultura, costumbres y.. limpieza. Aunque sí es cierto que la idea que teníamos de Bangkok era mucho más caótica de lo que en realidad percibimos al comienzo.



Nos ayudó mucho a aclimatarnos, un pequeño regalito que nos hizo una buena hermana y su querido marido, que, como años atrás ellos se habían alojado en este hotel, querían que nosotros disfrutáramos también de sus encantos y comodidades. Y... así fue, nos enamoró entre otras cosas esa piscina en la azotea, con sensación de desbordarse en cascada entre los edificios. ESPECTACULAR!! 

Mil gracias pareja, sois los mejores!







Durante unos días visitamos la ciudad, paseamos por sus calles, entramos en sus templos captando toda esa energía que allí se desprende, conocimos uno de los mercados callejeros más grandes del mundo, y nos desplazamos hasta uno de los famosos "FLOATING MARKET", llamado Amphawa.  Éste mercado flotante ofrecía a la gente un servicio de restaurante al pie del río, donde la cocina y todos sus ingredientes flotaban al ritmo de la corriente, mientras el "chef" preparaba con esmero sus platos. Nosotros para no perder la costumbre, nos atrevimos con un rico "Pad Thai".







Y con el tiempo justo... llegamos a la estación para coger un estupendo tren, que nos llevaría, después de un laaaargo trayecto de 16 horas, hasta la ciudad de Chiang Mai.  Éste recorrido nocturno, nos hizo recordar nuestro viaje en el TRANSIBERIANO, que hicimos no hace muchos años con Rocío, Amit y Alejandra. ¡Que buenos recuerdos! ;)





No hay comentarios:

Publicar un comentario