Por la mañana fuimos a recoger el coche que teníamos alquilado, un Chevrolet Captiva, y volante en manó salimos de San Francisco rumbo a Yosemite National Park. Se nos hizo un tanto extraño, ya que aquí todos los coches son automáticos y nosotros no estamos acostumbrados a ello, pero enseguida cambiamos el chip y dejamos de usar la pierna izquierda.
Llegando a Yosemite hicimos noche en un "campground", vamos un camping en plena naturaleza.
Tenéis qué buscar donde está la bolsa de nuestra comida...
Esa noche noche nos dimos un homenaje, y cenamos como reyes:
Por la mañana continuamos nuestro "road trip" atravesando Yosemite. Es muy triste ya que una buena parte se quemó este verano, aunque alguna zona sigue ardiendo.
Repartido por todo el parque encontramos cajas metálicas anti osos, donde la gente guardaba ahí su comida para que los osos no pudieran cogerla.