jueves, 6 de marzo de 2014

¡PIEDRA A LA VISTAAA! (Halong Bay)

Igual que cuando vas a Argentina no puedes dejar de visitar las Cataratas de Iguazú, ni estando en Perú puedes perderte el Machu Pichu,  estando en el norte de Vietnam no puedes marcharte sin navegar rumbo a  "HALONG BAY". No puedes pasar por alto esos inmensos peñones decorando de forma aleatoria el mar, y sentirte diminuto zigzagueado con el barco entre ellos.




A nosotros se nos sumó un encanto inesperado, ya que el día estaba algo nublado, así que una espesa niebla medio cubría esta espectacular vista, y le daba un ambiente cinematográfico de misterio indescriptible con palabras.





Una vez en la Isla de Cat Ba, de nuevo a lomos de una pequeña scooter, recorrimos parte de la zona.

Una de las cosas mas impactantes para ambos fue la visita a la cueva HANG QUAN, un antiguo hospital militar y refugio durante la guerra librada entre 1959 y 1975 para impedir la re-unificación de Vietnam bajo un gobierno comunista.




Escondida y camuflada en la montaña, crearon una estructura de hasta 3 plantas de altura. Las habitaciones permanecen diáfanas, pero las puertas acorazadas, los pasillos infinitos, las luces tintineantes, y la energía del lugar te hacen retroceder en el tiempo y estremecerte de lo que un día ocurrió allí.









También tuvimos la suerte de compartir una mañana con una familia Vietnamita en su casa. Bueno, en su casa flotante, ya que vivían en un barco pesquero. Cuatro adultos y un bebé de pocos meses compartiendo un espacio mínimo y en total ausencia de intimidad. 





Es curioso como teniendo poco, son capaces de dártelo todo, y como buena zona pesquera que es, nos invitaron a probar unas gambas recién pescadas, acompañadas de un buen tazón de té de hierbas.

No compartimos idioma, pero eso no hizo imposible la comunicación, aunque si limita la conversación, evidentemente, pero con buena intención y alegría todos quedamos encantados del encuentro.











A la mañana siguiente, de nuevo madrugón, a las 5 de la mañana estábamos caminando por las oscuras y solitarias calles de Cat Ba, en busca del único barco local que nos acercaría a la ciudad de Haiphon. Recorrimos de nuevo el camino entre rocas, una vez mas cubiertas de niebla, quizás por el clima, quizás por la hora, pero este mismo encanto nos acompañó hasta despedirnos de Halong Bay.

Continuamos nuestro camino al sur... en busca del buen tiempo!

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