miércoles, 12 de marzo de 2014

NINH BINH

Dejamos atrás las aguas salpicadas de rocas, y llegamos a una ciudad donde su terreno era muy similar al de Halong Bay pero en tierra firme. 



Grandes terrenos decorados por picudas montañas rocosas, puestas al azar a capricho de la sabia naturaleza. Nuestra suerte no fue menor que la que tuvimos en la bahía, el día continuaba con mucha neblina y una incómoda y engañosa lluvia fina que no parecía mojar. 



Pese al mal tiempo decidimos poner buena cara y continuar, visitando todo lo que nos diera tiempo antes de seguir descendiendo por Vietnam hasta el prometido sol veraniego que nos esperaba en el siguiente destino.



















Aunque no podíamos marcharnos sin arreglarnos un poco el pelo en una peluquería improvisada en una de las calles de la ciudad. Sencilla sí, pero con lo necesario. Local: el mundo. Vistas: inmejorables. Y lo mejor de todo fue hacernos entender sin hablar el mismo idioma. Estas experiencias no tienen precio!


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