La verdad es que nos gustó mucho Yogyakarta, pero
nuestro camino debía continuar, así que después de 5 noches y muchas lluvias
intermitentes, nos despedimos de la ciudad para continuar proseguir nuestro
camino.
Legamos al pueblo de Bromo, a las 12 de la noche,
agotados por el ajetreo del bus, y sin tener más tiempo que 3 horas de noche,
ya nos esperaba otro transporte para acercarnos a visitar el volcán y ver allí
el amanecer. El cansancio era mucho, pero las impresionantes vistas compensaron
nuestro esfuerzo. Vaya maravillas que tiene la naturaleza!! Una vez salido el
sol comenzamos a ascender la ladera del volcán hasta la caldera, donde se podía
ver como ahumaba y sentir el olor a azufre que de él salía.
Desde allí nuestro siguiente objetivo era Bali, que como
todos hemos visto en fotos y revistas, es un lugar paradisiaco. Decidimos
visitar en primer lugar, la ciudad de KUTA,
con otras 2 chicas españolas (Noelia –de Argamasilla de Alba, Ciudad Real- y
Maritxell –de Cataluña-), ya que coincidimos en Bromo y nos encajaban los
planes.
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